domingo, 27 de diciembre de 2015

Por Roy Daza: Acuerdo nacional o confrontación


Por Roy Daza: Acuerdo nacional o confrontación
Enviado por Barometro Internacional el miércoles, 25 diciembre, 2015 a las 20:57


Opciones frente a la crisis política actual 
* El pueblo venezolano envió dos potentes mensajes en las elecciones parlamentarias del pasado seis de diciembre, por una parte, le dijo al gobierno: resuelva la crisis económica de manera urgente, y por otra, le dijo a la oposición: aquí los problemas se solucionan por la vía del voto, por la vía democrática, pacífica y respetando la Constitución.
 “Ser radical es atacar el problema por la raíz”
Carlos Marx
La extraordinaria visión estratégica del Comandante Hugo Chávez le permitió en las más disímiles circunstancias contar con una política, definida a partir del análisis de la realidad, base teórica sobre la cual labró equilibrios que le permitieron articular un bloque histórico de fuerzas sociales objetivamente interesado en un cambio revolucionario, en cada período pudo medir de manera exacta la correlación de fuerzas, identificar al enemigo principal, y por encima de todo: captar las necesidades, las aspiraciones y los sentimientos del pueblo.

El resultado de las elecciones parlamentarias del seis de diciembre de dos mil quince puede ser calificado, sin lugar a dudas, como una derrota para el “chavismo”. Se ha producido un viraje profundo, el problema del poder político está planteado en todas sus dimensiones y hay que señalar que la derecha pro imperialista pudiera revertir los avances de la revolución, no solo por la posición institucional que alcanzaron, sino porque la correlación de fuerzas en la calle le es ampliamente favorable. El plan de la derecha no es otro que el derrocamiento del gobierno y la desarticulación del movimiento popular chavista.

Tiene particular importancia destacar el discurso del Presidente Maduro, cuando al reconocer la victoria de la derecha, ratifica que la bandera de la democracia está de nuestro lado, así como también, cuando denuncia que fuimos a un proceso electoral en el que el sujeto principal de tal acontecimiento, el pueblo, está sometido al chantaje del acaparamiento de los productos durante los últimos dos años, por una fuerte presión de factores de poder internacional y por la más agresiva campaña mediática que haya tenido que soportar proceso político alguno.

Reafirmar el carácter democrático y patriótico de nuestro proceso revolucionario es un hecho político cardinal, sobre todo, porque ese es el punto de apoyo para la articulación de un amplísimo frente social, político y cultural, que sintetice en un programa flexible e incluyente, los intereses de las diversas fuerzas sociales que integran el campo popular, opuestas al neoliberalismo.

Reconocer los serios errores cometidos en la política económica es el primer paso para superarlos. La estabilidad macroeconómica del país es materia urgente, no admite demoras, eso sí, es obligante alcanzar tales equilibrios: “con la gente adentro, sin exclusión social” y es esa una línea de demarcación entre el chavismo y el neoliberalismo de la derecha.

Un cambio radical en la situación presente es lo que reclama el momento político, línea maestra de la reunificación del pueblo. Ha de tenerse en cuenta que con la correlación de fuerzas que ahora existe en el país, el movimiento popular asumirá la resistencia a la embestida neoliberal, luego podrá ir avanzando por oleadas, hasta encontrar el momento de pasar a la contraofensiva. En la hora presente, la defensa de la democracia, del gobierno y de la constitución, es la primera barricada que ha de levantarse.

Durante la campaña denunciamos el sabotaje económico, el cerco financiero de la banca mundial, el impacto de la caída de los precios del petróleo y alertamos al pueblo sobre la posibilidad de perder las conquistas alcanzadas, sin embargo, es evidente que no tuvimos éxito en dar respuesta a problemas actuales de la economía ni superar las deficiencias en la aplicación de las políticas públicas. Todos somos responsables de la derrota, pero el grado de responsabilidad no es igual.

Aunque las causas de la derrota son multifactoriales, huelga decir, que el tema económico fue y es el detonante principal de la crisis. La derecha colocó al pueblo entre la espada y la pared con el sabotaje sistemático a la economía, sobre todo en lo que se refiere al acaparamiento. La inflación y la escasez se convirtieron en el ariete de la estrategia electoral de la contrarrevolución.

En la lucha revolucionaria, una vez definidos los objetivos estratégicos, hay que determinar hacia dónde dirigir el esfuerzo principal y eso solo  se puede hacer –en las condiciones actuales- si se precisan las dimensiones del proceso económico. Si queremos ir a la raíz del problema, como queda planteado en el aforismo de Marx, hay que auscultar los flujos internos de los procesos productivos, y  particularmente de la renta en la vertiente productiva del petróleo, y en la esfera de la economía no petrolera, además de los condicionantes que impone el entorno y las caleidoscópicas contradicciones que se registran incesantemente, analizando, a la vez, los movimientos de las clases y sectores sociales que constituyen la relación social capitalista – rentista.

El punto de partida analítico es la caracterización del capitalismo rentístico en nuestro país, sobre el particular acotamos:
En primer lugar y por encima de todo, es una forma de desarrollo capitalista. En segundo lugar, es una forma de desarrollo de un capitalismo nacional, favorecido significativa y sostenidamente, por una renta internacional de la tierra. Presupone, pues, que la economía nacional en cuestión se halla inserta en un mercado mundial ya altamente desarrollado. Tercero, esta renta internacional de la tierra corresponde, en una primera instancia, al Estado”. [P/XVII. Mommer, Bernard. Prólogo a la edición de 1997 del libro de Asdrúbal Baptista: Teoría Económica del capitalismo rentístico].

Uno de los errores más recurrentes de algunos analistas de la economía venezolana, es no reconocer el papel central de la renta petrolera en el desarrollo del capitalismo y, en no pocos casos, su incapacidad manifiesta en abordar temas complejos y contradictorios los llevan a conclusiones equivocadas, como la de afirmar que el petróleo para la economía nacional ha sido una “maldición”, ese tipo de apreciación, por supuesto, los coloca fuera del campo de la ciencia para ir a otras arenas repletas de subjetividades. Se cuestiona al rentismo pero no al capitalismo – rentístico. Y es esa una valoración equivocada de la realidad.

La crítica radical quedó expuesta por el Comandante Chávez en la introducción al Plan de la Patria, en la que afirma:
No nos llamemos a engaño: la formación socioeconómica que todavía prevalece en Venezuela es de carácter capitalista y rentista. Ciertamente, el socialismo apenas ha comenzado a implantar su propio dinamismo interno entre nosotros. Éste es un programa precisamente para afianzarlo y profundizarlo; direccionado hacia una radical supresión de la lógica del capital que debe irse cumpliendo paso a paso, pero sin aminorar el ritmo de avance hacia el socialismo”.

Dos fenómenos están entrelazados en tiempo y espacio, no son concomitantes y conforman una interacción dialéctica: el desarrollo y el colapso del capitalismo rentístico.

¿Cómo se expresa el colapso del capitalismo rentístico, que está en el sustrato de la crisis económica actual? Esta interrogante queda planteada, y es necesario subrayar que en este período histórico específico la renta petrolera ya no es el motor de la economía y no alcanza para el sostenimiento del creciente gasto del Estado.

Esta peculiaridad de nuestro proceso socio/económico y político/cultural, contribuye a fijar una línea de análisis. Si asumimos como punto de partida que en una primera instancia corresponde al Estado el manejo de la renta petrolera, entonces, es claro que hay que estudiar la relación entre Estado y sociedad civil.

Hay cuatro consideraciones que hacer: en primer término, la crisis múltiple, orgánica y simultánea de la economía mundial impacta negativamente a la economía venezolana; segundo, la caída de los precios del petróleo –que es un asunto fundamentalmente político- provoca un desajuste profundo y genera carencias de todo tipo; tercero, el colapso histórico del capitalismo rentístico es un problema de corte estructural que, aunque tiene incidencia en la coyuntura, su respuesta es de largo plazo y, por último, el gobierno tiene la facultad y la imperiosa necesidad de tomar decisiones en materia de políticas macroeconómicas. Sin equilibrios macroeconómicos no hay plan productivo posible y la ampliación del mercado interno se vuelve una quimera. 

Algunas de las respuestas a estos problemas están en la Ley Orgánica de Hidrocarburos promulgada por el Comandante Chávez el primero de enero de dos mil dos. Sus líneas maestras son: el cobro de las regalías, el cobro de impuestos y los dividendos de PDVSA; que el ingreso petrolero debe ser dirigido a la educación y a la salud; y que el capital nacional debe participar en el negocio petrolero “aguas abajo”, vale decir, donde es posible que participe, que es en el mercado interno de los hidrocarburos.

Una línea principista es la defensa de la Ley Orgánica de Hidrocarburos, la propiedad de la nación sobre el petróleo y sobre el provento no es ningún mito como lo afirman los neoliberales, es un derecho de los venezolanos de hoy y de los del futuro. Es así como, al mismo tiempo, los cambios registrados en los fundamentos del mercado petrolero global, han de ser tenidos en cuenta en las previsiones a corto y largo plazo.

Con todo y el cuadro de dificultades que existen, un análisis científico no debe soslayar las enormes potencialidades de la economía venezolana y proponer un nuevo proceso de industrialización es –a todas luces- una idea fuerza que pareciera tener consenso político, no podría en ningún caso ser como la sustitución de importaciones, dado que el mercado mundial es distinto, los procesos de trabajo también y las nuevas tecnologías se han convertido en un potente factor dinamizador de la globalización. Ahora, el proceso de globalización del capitalismo contiene una contradicción que le es intrínseca y que la determina: “la tasa de rendimiento del capital supera de modo constante la tasa de crecimiento de la producción y del ingreso”. [Piketty, Thomas. (2015): El capital en el siglo XXI].

¿Qué incidencia podría tener en el desarrollo del mercado interno si las gasolineras fuesen asumidas por el capital privado nacional o por las comunas? ¿Sería posible un repunte de la producción agropecuaria, que según el esquema mixto constitucional, podría ser abordado por: comunas, empresas privadas y empresas estatales, o en diversas combinaciones? Asimismo, ¿cuáles son las iniciativas a emprender en el campo de la amplia gama de los derivados del petróleo?
Si aplicamos el esquema de promover la inversión extranjera en la Faja Petrolífera del Orinoco, Hugo Chávez, con resonante éxito, ¿por qué no hacerlo en la producción del campo o en la industria?

¿Cuáles son las políticas positivas aplicadas desde finales de 2012 hasta ahora? El empuje de la infraestructura, que tiene efecto positivo en la generación de trabajo e incidencia en la economía en su conjunto, así como también, la política salarial, que busca apalancar el consumo, y sostener las misiones sociales aún con la caída de los precios del crudo.

Asumiendo el riesgo que toda esquematización comporta, es menester indicar que la actual situación económica del país no admite demoras en la toma de decisiones. El objetivo a conquistar en materia económica a corto plazo, y en economía el corto plazo no es menor a un año, es abatir la inflación y la escasez.

Todo ello implica: estatizar el comercio exterior; suspender el financiamiento del déficit desde el BCV; unificar el tipo de cambio, dado que mantener tres tipos [6.30 / 12.50 y 200] genera una profunda distorsión en la economía y convierte en inviable cualquier proyecto productivo; entender que la onda especulativa que se ha desatado es un fenómeno distinto a la estructural alta tasa de ganancia del capitalismo rentístico y la sobrevaluación del bolívar.

Además, hay que adicionar que si el déficit del próximo año [2016] es de 13 puntos del Producto Interno Bruto y si está claro que el ingreso petrolero no es suficiente, luce obvio reestructurar la deuda externa, aumentar el absurdo precio de la gasolina, que no cubre ni siquiera su costo de producción, sin que ello signifique llevarlo a niveles del mercado internacional. Aplicar una nueva política fiscal progresiva, que paguen más los que más tienen y menos los que menos tienen.

Debe quedar bien claro que lo único que no haría el gobierno es recortar el presupuesto para las políticas sociales, ni contraer la demanda interna ni reducir significativamente el crédito. Superar la pobreza y mantener el empleo ha sido y sigue siendo una tarea esencial.

El Poder Ejecutivo tiene la facultad constitucional de definir y poner en marcha las políticas fiscal, monetaria y cambiaria, aunque lo deseable es que la Asamblea Nacional, dada la crisis, adopte una conducta de cooperación, y además, que comprenda de una vez que no podrá revertir las conquistas del pueblo, porque toda ley requiere de la aprobación  del Presidente de la República. Podemos vivir un período político en el que exista un equilibrio de fuerzas, de la derecha depende que ese equilibrio sea estable o inestable.

Si las dos fuerzas políticas principales comprenden la  magnitud de la crisis económica en curso, su profundidad y su complejidad, sería posible llegar a una ACUERDO NACIONAL, sobre ámbitos de la política económica en los que se alcancen consensos. Un escenario de consensos requiere de inmensos esfuerzos, de sacrificios –incluso- pero le evitaría al país una CONFRONTACION de incalculables consecuencias.

Es evidente que el problema político venezolano es de alta complejidad. Si el plan de la derecha es el derrocamiento del gobierno a través de un golpe de Estado desde la Asamblea Nacional y/o el desconocimiento del Poder Ejecutivo, del Poder Electoral, del Poder Ciudadano y del Poder Judicial, para el movimiento popular, para el chavismo, la defensa del gobierno, de la democracia y de la Constitución, pasa a ser su prioridad máxima.

No se equivocó Chávez en su discurso de despedida cuando dijo que vendrían tiempos de dificultades, mucho menos cuando trazó la consigna: “unidad, lucha, batalla y victoria”.


sábado, 26 de diciembre de 2015

Por Ricardo Daher: Macri asegura el rumbo (neo) liberal de su política económica


Por Ricardo Daher: Macri asegura el rumbo (neo) liberal de su política económica

Enviado por Barometro Internacional el miércoles, 26 diciembre, 2015 a las 21:47

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De “Cambiemos” a volver al pasado 
En los cinco primeros días de su gobierno, el presidente Mauricio Macri ya trazó y definió claramente la dirección liberal de su política económica, anunciando la reducción del papel fiscalizador del Estado, y mostrando un acercamiento con el Tesoro de los Estados Unidos y organismos crediticios internacionales. Además comenzó a designar por decreto los integrantes de la Suprema Corte de Justicia, y abrió una brecha entre los referentes de la cultura nacional con el subsecretario de Asuntos Legislativos del Ministerio de Seguridad, Carlos Manfroni, y adelantó la suspensión de la ley de medios, tan criticada por los grandes empresas de las comunicaciones.
Este martes, después que en un encuentro con industriales el presidente Macri afirmara que “necesitamos un desarrollo industrial inteligente y sustentable. Si hacemos cosas no sustentable el costo lo paga la gente”, anunció un acuerdo entre la petrolera estatal YPF y Dow Argentina, para comenzar a explotar yacimientos de gas mediante la modalidad de fracking. Al mismo tiempo, el ministro de Energía, Juan José Arangueren, adelantó que se enviará un proyecto de ley al parlamento para incentivar la exploración de hidrocarburos en áreas de riesgo off shore (en el mar) y no convencionales.

La explotación de hidrocarburos por métodos no convencionales, como el tracking es cuestionada por las organizaciones ambientalistas y se considera que ese mecanismo de hacer surgir petróleo o gas mediante la inyección a presión de agua en las rocas, es altamente contaminante y no contribuye al desarrollo sustentable.

El ministro de Industria anunció que se comenzará a eliminar los subsidios a las tarifas de electricidad y gas para los hogares, aunque dijo que será gradual y se atenderá a los hogares de menor poder adquisitivo.
Por otra parte, el presidente Macri, después de anunciar el cese de las retenciones a las exportaciones de trigo, maíz y la reducción de las retenciones a la soja, también señaló que el fin de las retenciones a las exportaciones industriales y la eliminación de las declaraciones anticipadas de importaciones.

El anuncio de la reducción de las retenciones a las exportaciones de granos no satisfizo del todo a los productores. La medida baja del 35% al 30% las retenciones a las ventas de soja, que representa el 80% aproximado de las exportaciones de granos y elimina las mismas para maíz y trigo.
El ex titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi dijo que "a aquel que tiene 3 mil, 4 mil hectáreas le sirve, pero al que tiene 4 o 5, la verdad, no le hace mucha diferencia". 

"Los productores más chicos lo que estamos esperando es que haya una segmentación de retenciones", subrayó. "El que tiene pequeñas superficies necesita cero retenciones. A las grandes superficies esto significa más fluidez, va a haber más rentabilidad en los productores más grandes, para quedarse con los campos de los productores más chicos".

Se espera que con esta medida, los productores comiencen a concretar las exportaciones de granos que tenían guardado en silo a la espera del cambio de gobierno y de que se concretara la eliminación o rebaja de las retenciones y una devaluación del peso (medida que se espera para los próximos días). De esta manera en estos dos meses se estarían liquidando exportaciones por unos 5.000 millones de dólares.

La expectativa de una rápida liberación del precio de dólar y de la eliminación de las restricciones para su comercialización, se han ido aplazando y ahora las nuevas autoridades económicas argentinas hablan de ir a ese objetivo de manera gradual. El presidente de la república dijo en su discurso en la Conferencia Industrial Argentina, que “esta semana vamos encarar la salida del fin del fin, que es el cepo. Lo estamos encarando, hay un enorme apoyo mundial hacia este cambio”.

El ministro de Hacienda, Alfonso de Prat-Garay, ya envió sus asesores a buscar préstamos en el Tesoro de Estados Unidos, y en organismos internacionales. El mismo día en que asumió la cartera dijo que la situación económica “no es crítica” aunque señaló que recibió una “herencia compleja”.
En tanto, en sus primeros cinco días de gobierno, el precio del dólar en el mercado paralelo se mantiene en los mismos niveles que la semana previa al balotaje presidencial, apenas por debajo de los15 pesos por dólar.

Al mismo tiempo los comercios han empezado un ajuste de precios que anticipa la devaluación que todos prevén llevará el precio oficial del dólar de 9,80 a 15 pesos.

El gobierno también ha abierto una brecha en la cultura, por un lado al anunciar que dejará sin efecto la ley de medios que buscaba democratizar la propiedad de los medios de comunicación de masas. El gobierno de Macri entiende que la ley de medios fue creada “para aniquilar a medios de comunicación, como por ejemplo al Grupo Clarín, y también a otros” según explicó el ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad.

El ministro añadió que “los medios van a competir libremente en el mercado y trataremos de ayudar a los más pequeños”.

Asimismo se conoció una carta pública del músico Charly García, cuestionando al subsecretario de Asuntos Legislativos del Ministerio de Seguridad, Carlos Manfroni, después que el periodista Horacio Verbitsky diera a conocer los antecedentes del nuevo funcionario, su papel en medios durante la dictadura y sus opiniones y sus opiniones ultra reaccionarias sobre la democracia, el rock, entre otros temas.

 ricardher@gmail.com

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Vladimir Acosta: El chavismo debe ir a la AN a hacer política


Vladimir Acosta: El chavismo debe ir a la AN a hacer política

Vladimir-Acosta

Tiene que defender sus principios y convivir con la oposición, dijo

  (Entrevista tomada de Correo del Orinoco) 


Este es el momento, para el chavismo, de hacer política con P mayúscula. La conclusión del profesor Vladimir Acosta, analista político e historiador, es tajante y responde a la derrota electoral que experimentó el Gran Polo Patriótico en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, publica Correo del Orinoco.

En conversación con el Correo del Orinoco, Acosta sentencia que el chavismo “debe hacer política en la Asamblea Nacional (AN)”, que no es “cocinar” acuerdos “por encima de los principios” sino “la necesidad de convivir”. Subraya su planteamiento: “El chavismo debe ir a la Asamblea Nacional a hacer política”, que no es “hacer componendas pero tampoco insultar”.

El analista remarca que “el chavismo tiene que convivir con la oposición y tiene que ir a la Asamblea a discutir con argumentos en la mano, a defender las leyes con argumentos sin insultar ni ofender a nadie. A eso llamo yo hacer política”.

Como está preocupado por lo que pueda suceder el 5 de enero, cuando se instale el nuevo Parlamento, propone que las diputadas y los diputados de todos los sectores entren ese día al Palacio Federal Legislativo, que se escoja la directiva y “después vamos a empezar a discutir las cosas y convertir esa Asamblea en una Asamblea de discusión política de altura”.

Teme que, de armarse un zafarrancho ese día y en las jornadas siguientes, haya una paralización institucional que conduzca a una intervención extranjera o a un pronunciamiento militar. Si “tenemos una crisis económica que nos está hundiendo y una crisis política que no nos deja ni siquiera funcionar” lo que puede suceder es “una intervención internacional o simplemente un golpe de Estado”.
Momento difícil
Este es “el momento más difícil por el cual ha pasado este proceso”, confirma Acosta. A su juicio, “nunca habíamos tenido una situación más conflictiva y una derrota semejante, que era difícil imaginarla”.

Considera que el Gobierno “cometió demasiados errores”. Insiste en que en el país “ha habido guerra económica durante 15 años” y pese a ella el chavismo ha ganado elecciones, y aclara que la guerra económica es el uso de la escasez, los precios y la inflación como “un recurso para provocar la caída del Gobierno”. Por ello “habría que preguntarse por qué se perdió esta elección”, insiste.

En Venezuela “la guerra económica la dirigen los empresarios” pero “el Gobierno les da dólares a 6,30 para que ellos coloquen dólares en el exterior y luego nos vendan productos a mil”, argumenta.

Reparto de culpas
La culpa de lo sucedido el 6 de diciembre es del Ejecutivo, opina Acosta. “Por parte del Gobierno ha habido una arrogancia increíble” que ha llevado, incluso, “a no querer reconocer la derrota” y a “guardar silencio sobre las responsabilidades de algunos”.

Piensa que en el Ejecutivo también hay ceguera, porque no pudo ver “lo que otra gente veía” ante el malestar causado por la escasez, las colas y la inflación. Tampoco se escucha al pueblo “porque se ha ido perdiendo el contacto con el pueblo” mientras hay “sectarismo y rechazo a todo tipo de críticas”, analiza.

Ha habido, resume, arrogancia, ceguera y sordera de un Gobierno que, en cambio, sí habla “y por televisión”. Remarca que ese uso de la TV “es una de las mejores maneras de pervertir la política”, al igual que el empleo de Twitter como si fuese el único mecanismo de comunicación.

Acosta subraya que el presidente Nicolás Maduro debió “hacer un plan económico y político, un plan de gobierno tomando muchas de las cosa que Chávez planteó”. Sostiene que aprobar el plan de la patria en la Asamblea Nacional “era un disparate, porque cuando cambia la situación del país las cosas que fueron vistas valiosas no las puedes convertir en una ley que te amarra las manos”.

Era perentorio, agrega, “tomar medidas sobre el control de cambio, tomar medidas sobre la inflación, tomar medidas sobre el acaparamiento y sobre la producción”. Expone que el país no ha podido salir del modelo petrolero y, por el contrario, pasó por la locura de precios petroleros elevados que facilitaron la importación de todos los bienes, situación que cambió radicalmente.

Se han puesto parches
Los liderazgos se aprueban en las derrotas”, asevera Acosta. “Cuando recibes una derrota descomunal como esta tienes que, primero que nada, reconocer tus fallas y tus errores para que la gente te apoye mucho más, en lugar de negar los errores que la gente está viendo”.

Evalúa que el Gobierno lo que hace es “ponerle parches a la situación económica”, y ni siquiera se atrevió a decidir el aumento del precio de la gasolina. Para el analista es imposible que una ley de precios justos pueda funcionar mientras “tienes cuatro cambios distintos”.

Las colas se han mantenido durante todo este año: “Es una cosa insoportable y la gente lo que ha sentido es que el Gobierno es incapaz de resolver las cosas, que no ha hecho nada y que siguen las colas”. Por ende, “echarle la culpa al pueblo de la derrota, como se intentó al principio, es un error”.

La población debe “ser consciente de su voto”, afirma, pero “la responsabilidad principal es del Gobierno”, y además “no se creó conciencia, sino que se generó una política paternalista y asistencialista a cambio de nada”.

No sembrar dudas
A criterio de Acosta es un error sembrar dudas sobre la pulcritud del sistema electoral venezolano. “Yo espero que eso se pare. No se puede seguir tratando de demostrar que no perdimos sino que ganamos porque todos los abstencionistas eran nuestros, porque los votos nulos son nuestros” y porque dirigentes opositores “compraron votos”. Ahora “quien defiende al CNE es la oposición”, ironiza.

El chavismo tiene “que, humildemente, reconocer la derrota; no puede ser mal perdedor o actuar como Jalisco”, recomienda. En cuanto al PSUV, sugiere que los funcionarios del Gobierno no deben ser los dirigentes del partido. “Ahora tenemos un pastel: el Presidente de la República es el presidente del partido, los ministros son los dirigentes del partido”.
-¿Qué debe hacer el PSUV ahora?
-Se necesita una revolución dentro del PSUV. El PSUV se burocratizó, perdió el contacto con la gente y lo que hay es un pastel entre partido y gobierno. Hay que separar el partido del Gobierno. Se eligen representantes a dedo y hay que acabar con eso. Se destruyeron los liderazgos regionales que son la garantía de un proceso que crezca en el pueblo.

LLAMADO A LOS MEDIOS
Los medios públicos de comunicación, cuestiona, no pueden ser sectarios. Se necesitan, estima Acosta, participación, denuncias y críticas constructivas. Es perentorio, alega, “que se pueda criticar a los funcionarios”.

CUESTIONA INSTALACIÓN AHORA DEL PARLAMENTO COMUNAL
Vladimir Acosta cuestiona que ahora se instale el parlamento comunal, figura aprobada hace años que “estaba durmiendo el sueño de los justos” pero cuando el Gobierno “pierde la Asamblea Nacional forma un parlamento comunal que casi es una forma de desconocer la Asamblea”. Puntualiza que no es el Estado presente el que va a decretar el Estado comunal.
T/ Vanessa Davies
F/ María Isabel Batista
Caracas