lunes, 2 de junio de 2014

¿AMBICIONES HEGEMÓNICAS DE RUSIA?


Por Henry Tovar

Con motivo de la independencia de Crimea y su reincorporación a la Federación Rusa, se vuelven a repetir afirmaciones de algunos sectores de la derecha y de la izquierda internacional, conforme a las cuales, la recuperación económica y militar de Rusia despiertan sus ambiciones hegemónicas en Asia Central[1]l 

Tal afirmación no parece lo suficientemente clara. ¿Cuáles regiones de Asia Central despiertan las ambiciones hegemónicas de Rusia? Pareciera que el interés de Rusia se centra en preservar su influencia sobre regiones que hasta 1991 formaron parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas; pretención legítima, si se considera y se admite la existencia de una estrategia norteamericana en Asia Central, orientada a influir sobre países periféricos de Rusia, para aislarla, controlar recursos energéticos existentes en la zona y eventualmente destruir a Rusia, como se constata en las afirmaciones de Zbigniew Brzezinski, arquitecto de la política estadounidense en esa zona, quien pregona que el mejor modo de acorralar militarmente a Rusia es desestabilizando a sus regiones fronterizas [2


¿Cuáles países integran el Asia Central? Regiones como: Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbequistán son, indiscutiblemente, países de esta zona. En términos históricos también pertenecen a ella, Afganistán, Pakistán, Armenia, Georgia y el Caucaso. En consecuencia, nada de lo que ocurra en el Asia Central, puede ser ajeno a Rusia. Si se considera además, que el islamismo, - religión predominante en esas regiones,- es un elemento cohesionador, religiosa y políticamente, cuya dinámica tiende a unificar dentro de si. En sentido contrario, (o fuera de si), también tiende a disgregar.

Después del colapso de la URSS, una parte de los países de esta zona (antiguas repúblicas soviéticas) hipotecaron su independencia, recién lograda, con acuerdos de ayuda económica, a cambio de prestar su territorio para bases y operaciones militares en zonas y regiones cercanas a países en conflicto (Afganistán, Irak).

Kazajistán tiene un pacto de asociación con la OTAN. Tiene una población 70,2% musulmana, 23,7 % de población es rusa, y 26,2% de población cristiana, conforme al Censo de 2009. Con una superficie de 2.727.300 km² es el noveno país más grande del mundo (con 6.846 kilómetros de frontera con Rusia). El hecho de que esta república forme parte del Plan de Acción Individual de la Asociación con la OTAN, es tan sólo un detalle digno de atención, para comprender por qué nada de lo que acontezca allí es ajeno a Rusia.

En el caso de Kirguirtán, es un país que conforme a Wikipedia, está conformado por más de ochenta grupos étnicos, con una democracia incipiente y un alto porcentaje de habitantes de condición nómada y seminómada en proceso de estabilización política. Se debe recordar “La revolución de los Tulipanes. Y más recientemente “La revuelta de Osh” o “revuelta de Kirguistán” de 2010, en la cual Rusia, tuvo un inexplicable escaso compromiso inicial con lo que estaba aconteciendo allí. Pareciera que la Federación Rusa todavía no está en capacidad de asumir compromisos más allá de sus propias fronteras.

En el caso de Tayikistán, es notorio su atraso económico, cuya consecuencia inmediata se expresa en el hecho de que el 20% de su población subsiste con menos de un dólar veinticinco por día. Esta situación lo hace un país muy inestable. Desde el año 1991 se mantuvo en guerra civil hasta 1997, valga decir, hasta después de haber logrado su independencia de la URSS (1994). Esta república también ha dependido mucho de la ayuda extranjera para lograr cierta estabilidad política. Este es uno de los países en los cuales el Islamismo actúa como entidad política, representado a través de diversos partidos, cuyo propósito es la construcción de sociedades islámicas.

Turmekistán es un país esencialmente desértico y de origen nómada. En 2006 se independiza y se constituye en república. Posee importantes reservas de gas y petróleo, cuya explotación está bajo control de Gaspron. Pero junto a ello, parece carecer de una estructura económica capaz de sostener cierta estabilidad política (en el año 2004 el desempleo fue de 60%). Otra debilidad la constituye su sistema político de limitada participación. Tiene una población mayoritariamente turcomana y musulmana, junto con minorías rusa, uzbecas, aparentemente marginadas del sistema político. 
 
En Uzbekistan, los herederos del Partido Comunista, han seguido controlando el poder. Pero se debe señalar que Uzbekistán ha sido formalmente un aliado de Estados Unidos. Ha participado como aliado de Estados Unidos en Afganistán, independientemente de que luego de descubrir conspiraciones anglo-americanas, su presidente Islam karimov haya reconsiderado reconstruir sus relaciones de buena vecindad con Rusia y decretado su retorno a la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC). En esta república (1991) es notoría la influencia y el poder de los movimientos islámicos más extremos, (su población es 88% musulmana) cuyo accionar se extendido hacia la Federación Rusa. El elemento de importancia lo constituye el hecho de que su principal fuente de ingreso lo constituye el gas, seguido de recursos mineros.

La inestabilidad política de esta región (Asia Central), parece estar asociada, en primer término a las debilidades inherentes al atraso económico, la fragmentación étnica, religiosa, y a la debilidad de las estructuras políticas de esos Estados, lo cual contribuye a las estrategias de penetración ideológica y política, sustentadas en esas debilidades, en el marco de la expansión del imperialismo norteamericano hacia zonas de interés energético y geopolítico. Para Andrei Arashev, experto del Centro de Estudios de Asia Central y Cáucaso, dependiente del Instituto del Orientalismo de la Academia de Ciencias de Rusia, está claro el interés agroeconómico y geopolítico de los EEUU. A esta modalidad de penetración política, que algunos casos reviste formas de ocupación, la define como, “ocupación administrativa del espacio espacio post soviético”.

Esta breve relación, permite comprender la legitimidad política y el interés que pueden tener estos países para la Federación Rusa. En primer término debemos considerar que el Islamismo, no es sólo un fenómeno religioso sino también político y cultural, que reviste interés para cualquier nación, que no sea esencialmente musulmana, y que estime y desee preservar su propia cultura. Dentro de Rusia el islamismo es una fuerza religiosa y política importante, que se expresa en la existencia de partidos islámicos dentro de algunas repúblicas de la federación. En segundo término se debe considerar el cerco que ha ido estableciendo EEUU en la periferia de Rusia. Está documentada la acción teórica, política y estratégica, desarrollada por Consejeros del Pentagono y Secretarios de Estado, después de la disolución de la URSS, para destruir a Rusia. De modo que parece natural y lícito que Rusia estime necesario mantener su hegemonía en esa región. Lo que no parece natural es el interés de Estados Unidos por erigirse en el hegemòn de esa zona y en el resto del mundo.

Se debe agregar, que luego del fin de la URSS, el Estado Ruso, ha desplegado una política exterior pragmática, en correspondencia con sus diversas limitaciones, la cual, no obstante, ha sido coherente con determinados principios. A pesar de que ni Rusia, ni China, apelaron a su poder de veto en la ONU, habría que pensar de qué modo influyó la actitud de las propias organizaciones regionales, africanas y árabes, con respecto a Libia. ¿Cómo oponerse a una Resolución aprobada por la mayoría de los países de la región? 
 
Otro elemento, contrario a la lógica del veto, (en términos del liderazgo y el poder que confiere), y a la política exterior rusa es el referido al principio de no intervención externa en asuntos internos, lo cual evidenció una fisura grave dentro de la visión de poder, tanto dentro de su región como fuera de ella. La visión de Medvedev, sería la contenerse dentro intereses vitales dentro sus fronteras y sus áreas de influencia dentro de su región. Mientras la visión de Vladímir Putín expresarían un enfonque global, cuya evidencia más reciente fue su crítica de la resolución a la cual calificó como una “cruzada medieval” contra Libia. (Lukianik, 24/03/2011).

Se debe sopesar este pragmatismo para entender la lógica de una política que tiene otros antecedentes (Yugoslavia, Irak). Por ejemplo, no se debe olvidar la denuncia que hace Putín, en Rusia, ante la prensa internacional (en presencia Tony Blear), casi que indignado por la invitación que le hizo, el entonces primer ministro ingles para repartirse el botín que esperaban obtener de la guerra contra Irak. Fue un gesto muy significativo de la política exterior de Rusia en aquel momento. Tampoco se debe olvidar que la correlación de fuerzas dentro del Estado Ruso ha variado con la presencia del presidente Medvedev, cuya tendencia política, en materia de política exterior, es pro-israelí.

contextouniversitario@gmail.com

La fuente básica de este resumen sobre Asia Central (histórica, geográfica, demografica, cultural corresponde a información existente Wikipedia)
[1] RÍNDETE AL NUEVO IMPERIO | Seres libres para la http://sereslibres.com/2014/03/05/rindete-al-nuevo

[1] Ucrania. Crisis política y disputas entre las potencias http://www.pts.org.ar/Las-movilizaciones-que-sacudieron-Ucrania 

[2] La monstruosa estrategia para destruir Rusia http://www.voltairenet.org/article123178.html



[2] «La stratégie anti-russe de Zbigniew Brzezinski», por Arthur Lepic, Réseau Voltaire, 22 de noviembre de 2004.

[2] ¿Por qué se mantiene la hostilidad contra Rusia http://www.voltairenet.org/article181606.html


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